Por: Laramate
Tradición
El cielo se
nubla de llanto
El río,
aumenta su caudal, enfurecido sigue su cauce
Caminos se
revisten de alfombras multicolor
Corneta del
pueblo
Corneta de
fiesta
Corneta de
toro
Corneta de
herranza
Corneta de
lomas……..
En unos de
los relatos de José María Arguedas de sus cuentos. “Agua”, “La muerte de
Quilco” nos describe la sutileza de un instrumento andino, aquel quejido andino
sin tiempo ……….
“En el
silencio de la mañana, la voz de la corneta sonó más fuerte y alegre.
Se esparció
por encima del pueblecito y lo animó.
A medida
Pantancha tocaba, San Juan me parecía cada vez más verdadero pueblo; esperaba
que de un momento a otro aparecieran masK´tillos, pasñas y comuneros por las
cuatro esquinas de la plaza.
Alegremente
el sol llegó al tejado de las casitas del pueblo. Las copas altas de los sauces
y de la fachada de la iglesia reflejaron hacia la plaza una luz fuerte y
hermosa, la música de Pantaleón hace que lleguen niños, mujeres y adultos; y
conforme el sol se levanta, un ambiente de fiesta se extiende por la plaza …….”
En la época
de la invasión, el hombre andino fue creativo para lograr mantener sus
costumbres evitando a que desaparezcan, las culturas andinas crearon varios
formatos de trompetas naturales, aerófonos en el cual vibra a la fuerte presión
que ejercen los labios apretados del músico, son naturales por que no poseen
mecanismos para modificar el sonido. Los intérpretes de este tipo de
instrumento de viento deben usar su destreza para sacar partido de las
posibilidades que les brinda la ley física de “armonías naturales”, según este
principio de la forma del instrumento y la fuerza con la que sople se obtiene
una nota, base tónica y un número variado de sonidos armónicos.
Según una de las ilustraciones de la obra “Nueva Crónica y Buen Gobierno” del cronista Huamán Poma de Ayala. Los Chasquis, “Correos Incaicos”, avisaban de su presencia, para dar avisos o llamar a cabildos mediante este sonido. Su evolución es de acuerdo a la región. La cultura Chavín, Moche, Nazca del Perú su nombre es “La Caracola o Pututo”, (caracol muy grande), algunos hechos de cerámicas, madera. Cuzco, Apurímac, Andahuaylas, Arequipa, Huancavelica, Huánuco, Junín, Áncash, Ayacucho, Pasco. Con la llegada de las primeras recuas de toros y vacas a tierra americana, el material de este instrumento ancestral fue desplazado por los cuernos de los vacunos, su presencia es muy notoria en el Perú. En el Cuzco se llama Varayuq. “Los que aportan la vara” típicos de los Sikuris al compás del bombo. Se unía el Perú a través del sonido desde la costa hasta la sierra en una frase: “Sonido en el mar, en la tierra”.
Las cornetas
adopta la forma de un tubo curvado espiral entre dos a tres vueltas son hechas
a base de aprox. 15 a 20 cuernos, donde el tamaño influye en el sonido donde
los cuernos de vacas son tonos agudos y los de toro son graves estos son
perforados lateralmente o con el pitón cortado, todas las rajaduras interiores
para evitar la salida del aire son sellados con cera de abeja, brea, arena y
cebo de los animales con tacos de madera y la parte exterior asegurados y
ensamblados con tiras de cuero crudo al estar bien secos adquiere
firmeza.
Este
instrumento musical fue declarado como Patrimonio Cultural de la Nación por el
Ministerio de Cultura, por su importancia en el mundo andino y para su
preservación.
Laramate hasta
la actualidad conserva y utiliza en diversas festividades “La Corneta”, aquel
sonido que estremece cada latido, dueño y protagonista de hermosas temporadas
donde se combina sentimientos, naturaleza y tradición.
Entre los
meses de Marzo – Abril en medio de inmensos caminos alfombrados, de múltiples
colores cual paleta de pintor, se respira la frescura, mientras susurra una
corneta, época de Loma atrapados por la magia de la naturaleza es indispensable
el bramido telúrico de una corneta a lo lejos, se desplaza el ganado inquieto,
tal vez presiente la libertad y la abundancia de un buen año.
“Quejido
Andino”, presente en una Herranza, ante el pago a la Pachamama en
medio del incesante Huanqueo, “Canto Popular”, mientras se hace el
marcado del ganado para identificarlos entre cintas coloridas, celebración más
importante del calendario agrícola – ganadero una tradición ancestral de
agradecimiento por la fertilidad de la tierra y de los animales.
Como creación
del hombre, es la manifestación más original de la cultura andina, principal
elemento ritual de aire grave y solemne, que permite anunciar las grandes
corridas de toros, melodía dulce que engalana la tauromaquia laramatina ante el
asombro de la afición.
Alegría de
ganaderos cuando desplazan el ganado al compás de una corneta, una costumbre
viva que trasciende de generación en generación, en medio de inmensos campos
verde donde el queso, la leche ..... abunda y cada atardecer se agradece con
cada tocada donde el eco aliado fiel, trasmite a lo lejos el vibrar de una
corneta.
Cada hijo
laramatino se estremece al regresar en el mes de agosto fecha importante, mes
de su gran fiesta patronal se conmueve al escuchar, donde el llanto
se hace presente, reflejando el sentir, producto del tiempo alejado del seno de
su amada tierra.
La corneta es
uno de los aportes más importantes a la cultura musical ancestral del Perú,
siendo indispensable y muy necesario este reconocimiento, es
nuestro patrimonio cultural andino.
QUIEN NO
LLORÓ CON EL SONIDO DE UNA #Corneta
SALUDAMOS A NUESTROS MÚSICOS LARAMATINOS:
De Izquierda a Derecha:
Sr.Nicolás SICHA
Sr.Noel GALLEGOS GARAYAR
Sr.Maxe GARAYAR GARAYAR
Sr.Andrés TENORIO GUEVARA
SALUDAMOS A NUESTROS MÚSICOS LARAMATINOS:
De Izquierda a Derecha:
Sr.Nicolás SICHA
Sr.Noel GALLEGOS GARAYAR
Sr.Maxe GARAYAR GARAYAR
Sr.Andrés TENORIO GUEVARA
Mención honrosa para: Sr. Gerardo Gallegos Guevara (Q.E.P.D)
Sr. Edgar Poma Garayar
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