Everardo Zapata nació en el valle de Tambo, en el distrito de
Cocachacra, provincia de Islay el 15 de agosto de 1926. En medio de la fiesta
que se celebraba el pueblo hijo de José Miguel Zapata Delgado, agricultor con
solo tercero de primaria y Sofía Santillana Nieves, una costurera con
secundaria completa, que llego huyendo de la “Chilenización” en Tarapacá, eran
tiempos de la guerra con Chile en el que el país sureño invirtió más en
educación. Al año de vida su madre decidió partir a Arequipa por desavenencia
con el padre y buscando un mejor futuro para el infante, no obstante tres meses
después de llegar a la Cuidad Blanca fallece contagiada por una epidemia, el
niños juguetón había quedado huérfano al cuidado de su tía y media hermana de
su madre Angélica Cervantes Nieves, quien lo crio como un hijo. Ya como profesor a los 20 años, egresado del Instituto Superior San Juan
Bautista de la Salle 1947 fundó la Escuela de Primer Grado Nº 9638, que
hoy lleva su nombre, en Punta de Bombón, Islay en Arequipa, año en
que el Perú era gobernado por José Luis Bustamante y Rivero.
El gobierno en aquella época la enseñanza estaba basada en el
método anglo francés, pero este método no
ayudaba en la evolución del niño en su preocupación inicio su reto por crear un
método sencillo, didáctico que revolucione la enseñanza en nuestro país y comenzó
a elaborar separatas con sesiones de aprendizaje que eran corregidas, cada
15 días, con el apoyo de maestros de algunas escuelas del valle de Tambo. El objetivo era que los niños aprendan a
leer.
Un día, luego de exponer el método el método educativo el Ministerio de Educación sugirió que el trabajo no
debía quedarse solo en separatas; más bien, debía prepararse un libro para
ser utilizado oficialmente en toda la provincia arequipeña de Islay.
El siguiente paso sería crear el libro, buscar el diseño. El
autor nos revela datos inéditos.
Everardo Zapata: “Entonces, pensé que para que los niños
aprendan a leer y escribir, era necesario acompañarlos con imágenes, además de
oraciones simples que permitan contextualizar con otras palabras: Comencé con
palabras del entorno familiar y de pronunciación diaria”.
ELABORACIÓN
DEL PROYECTO
Frases y figuras que aún se mantienen vivas, sacadas del
contexto del niño.
“Mi mamá me mima”: La lección de mamá es la primera después de
las vocales; luego utilizó papá,
que tiene que ver con el entorno diario del niño.
La lección más difícil
fue la “y”: Las palabras y las oraciones salían en el aula, mi hija mayor se había
graduado de maestra y le pedía que buscara frases para la letra “y”. Tras un
silencio y con cierta nostalgia, mi hija me dijo una frase: “Yo ayudo a mamá cada
mañana y seré su apoyo toda la vida”.
Toda mi familia se involucró con el diseño del integrante,” mi
hijo”. A pesar que yo le llevo trece años. Mi
esposa se sacrificaba haciendo figuritas. Ruth me ha dado cinco
hijos, cuatro hombres y una niña, que aprendieron a leer con este libro. Tengo
diez nietos, cinco varones y cinco mujeres, y todos aprendieron a leer añadió
Everardo Zapata.
NOMBRE DEL
PROYECTO, QUE REVOLUCIONÓ EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA DEL PERÚ.
Ya elaborado el libro, faltaba el nombre, amigos le sugerían por
un nombre sencillo pero muy atractivo uno de ellos era su promoción Ángel
Beltrán, quien auguró los mejores éxitos para este aporte en una de sus
acostumbradas charlas:
Ángel Beltrán: ¿Qué te parece “COQUITO”?
Everardo: ¡No me gusta!
Aquella conversación fue la antesala para decidir el nombre una
de las tantas noches de trabajo, el profesor Everardo Zapata se quedó dormido
abrazado al boceto, que con tanto cariño lo había elaborado. En este curioso
sueño nos cuenta:
“…...A los lejos divisó a un niño, que reconoció como su hijo…” “ERA
SU HIJO”. Jorge o “Coquito” es su
segundo hijo.
En la mañana siguiente ya tenía el nombre. Se llamaría “COQUITO”.
LA PRIMERA
EDICIÓN:
"La primera edición de
Coquito salió en mi octavo año como docente, en 1955”.
El editor solo quiso imprimir 2 mil ejemplares. Yo quería que se
haga 20 mil y me dijo que no. La opinión favorable de los maestros hizo que el
editor se animara a imprimir 5.000 más. En mayo, se reimprimió otros 5.000 que
se agotaron", precisó.
"Los dueños de la Editorial
La Colmena despreciaron mi trabajo”, me pidieron 200 mil soles
para llevar adelante el proyecto. Sin embargo, el dueño de la Editorial Cusi,
que en ese momento era trabajador de la Editorial La Colmena, me buscó y dijo
que solo necesitaba 20 mil soles. Él compró una máquina, luego el hijo Juan
Antonio Cusi, siguió la labor y ahora la empresa es grande. Al dueño de la
Editorial La Colmena le faltó visión, ni siquiera revisó el libro; solo quería
que le pagaran", manifestó Everardo Zapata.
Ahora, solo en el Perú vendemos medio millón de ejemplares, cada
año. A nivel internacional 37 millones de niños han aprendido a leer con
coquito, pero además niños se prestan el libro, expresó.
56 años después Don Everardo
Zapata Santillana, a sus 85 años recibió la Medalla de Honor del Congreso de la República en el grado de
Oficial en el Sheraton; mucho antes, también fue galardonado con las Palmas Magisteriales en el grado de “Amauta”.
El Gobierno Regional de Arequipa le entregó la distinción por
elaborar el libro Coquito, que enseñó a leer a millones de niños del Perú y
América Latina.
Coquito
tiene en el mercado 63 años. Don Everardo destaca que es un texto educativo ideado para el idioma
español por eso es tan fácil de enseñar a leer a los niños. En la actualidad a sus 92 años, pero sigue
teniendo una memoria prodigiosa digna de un MAESTRO añade tomándose la frente,
retando a la memoria, entre lágrimas recuerda que la primera edición de “COQUITO”
salió en blanco y negro. En 1970 un dibujante de la firma de Walt Disney plasmara
sus dibujos en el libro de Coquito. Así mismo relata que el libro gano un
premio en España y Disney que hasta se hoy comercializa en este país. En la
actualidad “El hijo engreído del maestro”, se vende en 15 países además del
Perú. La creación
del libro, sigue siendo
utilizado por millones de niños en América del Sur, México, España,
Centroamérica y el Caribe. Además el sistema Braille, en Uruguay.
Como toda creación,
tiene detractores pero a pesar de ello y los múltiples obstáculos sigue vigente
y es de gran utilidad en todas las generaciones. El maestro Everardo satisfecho
nos dice: “QUE BUENO,
QUE MI LIBRO HAYA SERVIDO EN MI PAÍS”
“La diferencia en el nivel de educación de mis padres, refleja
el tipo de educación de dos países después de una guerra, la del ganador y la
del perdedor”.
ANÉCDOTAS:
Cuando tenía 5 años, el pequeño
Everardo o Evo, como lo llamaban en la familia, ingresó al jardín San Vicente
de Paúl, ubicado en la avenida Goyeneche. Allí destacó por su
perspicacia por el conocimiento que lo llevó a saber la hora en las agujas del
reloj.
"Mi
compañero de carpeta, Félix Rivera, le dijo a mi profesora y está a la
directora de mi conocimiento. La directora entró al salón con un reloj despertador
y me pidió que le diga qué hora era, respondí no sé leer con tres agujas, ella
se fue y luego ingresé al salón para ver para que servía la tercera aguja, de
casualidad hice sonar la alarma y mi amigo Félix trató de apagarla, mientras la
maestra lo agarró a chicotazos sin que él haya hecho nada", cuenta entre
risas.
A
los seis años, Everardo Zapata ingresó a la Preparatoria en la escuela Normal
de los Hermanos de La Salle, donde fue querido por todos los profesores. Pasa toda su primaria demostrando
su inquieto carácter y sobresaliendo como un líder
nato sobre sus compañeros.
"Un
día que faltó el profesor dirigí a mis compañeros a la chacra de trigales para
recoger las espigas y adornar los tarritos que rodean el nacimiento. Horas
después todos desfilamos por la dirección, esperándonos chicotazos de castigo
por la queja del dueño que había dicho que destrozamos sus cultivos",
cuenta.
“EL ÁNGEL DE LA EDUCACIÓN”
Se vivía la época del conflicto del Alto Cenepa con el Ecuador,
corría el año 1994 y Don Everardo Zapata Santillana recibió
una invitación para viajar a dictar charlas en la Universidad Católica de
Quito, la Universidad Pública de Guayaquil y en el Instituto de Cultura de la
ciudad serrana de Ambato. El vecino país pugnaba
por extender su demarcación territorial a tierras peruanas. Le
advirtieron no revelar su nacionalidad y regresar lo más pronto posible; y así
fue, sin embargo antes de retornar sucedió algo que lo marcó para toda su vida.
Don Everardo ya había dictado
las charlas en las universidades y tenía que hacer lo mismo en el instituto. Ante un auditorio de
aproximadamente 120 profesoras entre 17 y 20 años de
edad, recién egresadas y con mucho talento, como el mismo lo refiere, inició su
trabajo. Al final de la perorata una de las maestras, la lideresa, agradeció en
nombre de todas, pero a la vez le preguntó al maestro de dónde venía al notar
su forma peculiar de hablar que era distinta a la de ellas.
"Me
puse en aprietos por unos segundos, pero después levanté los brazos y le dije:
Vengo del cielo. La chica se arrodilló y dio gracias al señor y rogó a Dios que
enviará más ángeles como yo para mejorar la educación de su pueblo. Eso me
emocionó mucho", cuenta el maestro con lágrimas en el rostro.
Las
fuerzas parecen haber abandonado a Everardo Zapata Santillana, le cuesta
levantarse del cómodo sillón de su oficina del pasaje Santa Rosa N. º 208 en el
Cercado de la ciudad, sin embargo, él se resiste a creerlo. Deja de lado su bastón de apoyo
y camina firme por los pasillos de su casa y
santuario de su libro “Coquito”.
EL MAESTRO EVERARDO SE DA UN TIEMPO Y SE DIRIGE A LOS FUTUROS
MAESTROS
A pesar de que cada vez los maestros ganan menos. Si tienen
vocación trabajen con éxito, amen la profesión, piensen en el futuro de los
niños. “El
maestro es como un apóstol”. Un hermano
de la Escuela Normal de Varones San Juan Bautista de La Salle- donde se graduó
como profesor primario- nos decía: “El bien se siembra en el suelo y se cosecha
en el cielo”. “La gratitud es una flor exótica que solo florece en el corazón
de las almas generosas”.
“Recuerdo mucho a mi tía Angélica. Ella tenía dos hijos y a mí
me quería como el hijo mayor... me puse a trabajar para ayudar en la casa
y aprendí a coser pantalones.
“El idioma español es transparente, porque se lee como se
escribe y se escribe como se habla. Es el idioma más fácil del mundo para
aprender a leer y escribir”, dijo
El maestro
Zapata pidió al Gobierno dé más libertad de enseñanza a los maestros para que
se obtenga mejores resultados en la educación escolar. “… la tenacidad para conseguir lo
que uno quiere y cumplir con los proyectos que tienen por objetivo el mejorar
al hombre es lo que he querido hacer al enseñar a leer y quitar alguna cifra al
índice de analfabetismo en el país. Me siento agradecido y muy feliz” "He tenido
la suerte de tener reconocimiento en vida, aquí en el Perú y en el extranjero. Quiero corresponder a todas
las condecoraciones mejorando los futuros ejemplares de Coquito. Hay tanto que
hacer. Si me recuerdan, bendito sea Dios", concluyó.
POR OTRO LADO
ES LAMENTABLE QUE EN NUESTRO PAÍS EXISTA UNA COPIA.
El
libro "bamba" está mal
encuadernado, mal impreso, tiene errores en su contenido y la portada tiene el
título azul.
En el año 2015 uno de los libros más exitosos, “El Coquito” del país desde hace
un año es reproducido y comercializado ilegalmente, el texto con que millones de
peruanos y extranjeros aprendieron a leer. Su reconocido
creador, Everardo Zapata Santillana, confirmó que existen versiones de su popular obra, pero
"bamba".
"Me da mucha pena que gente inescrupulosa esté haciendo
esto. Es un delito", Informó que el libro "bamba" está mal encuadernado, mal impreso y
tiene errores en su contenido. Zapata dijo que para
diferenciar el libro original del adulterado se tiene que apreciar la carátula.
En la versión "bamba" las letras del título Coquito
son azules, mientras que el texto original es de color rojo. Además, estas
letras están en alto relieve, mientras que en la "pirata" no.
El
autor se quejó de que el proceso judicial que interpuso su abogado en Lima
demore tanto como para seguir postergando la incautación de los textos
adulterados.
"Me dijeron que es muy probable que los estén fotocopiando en
la ciudad de Juliaca (Puno)", sostuvo Zapata.
Añadió
que este año podrían vender hasta el 40% de las ventas, a diferencia de los años
anteriores.
Sostuvo que no sólo pierde él por concepto de sus regalías
anuales, sino también la imprenta, su
editor y hasta el Estado, al que pagan los impuestos de
venta.
ESPEREMOS QUE LAS INSTITUCIONES QUE SE ENCARGAN DE DEFENDER EL
DERECHO DE AUTOR AGILICEN CON ESTE LAMENTABLE ACONTECER.
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