Tres años atrás, en la comunidad
de Quimpitiriky, distrito de Sivia, provincia de Huanta (Ayacucho), un
indicador contradictorio llamó la atención del talento de Beca 18 Julio Garay
Barrios: el índice de anemia infantil era uno de los más altos del Perú a pesar
de que ese lugar se caracterizaba por sus fértiles suelos para el cultivo de
plátano, maíz y cacao.
Garay
preparaba en ese entonces su tesis con la que se graduaría de ingeniero
agroindustrial en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. Antes de
iniciar su investigación, ya tenía conocimiento de que los niños
presentaban un nivel de hemoglobina entre 8 y 10 g/dL. Esto lo motivó a
desarrollar un producto que utilice insumos para combatir esa deficiencia.
“Crecí
en el campo, con mis papás agricultores, así que me propuse desarrollar un
producto que utilice estos insumos y ayude a los niños para que la anemia no
sea un impedimento en sus vidas”, cuenta este joven profesional, hoy convertido
en el empresario responsable de la elaboración de unas galletas que –en
un mes de consumo– permiten elevar el nivel de hemoglobina de los
pequeños gracias a una fórmula a base de quinua, puré de sangre bovina,
kiwicha, chía y cacao.